lunes, 8 de julio de 2013

Relato Corto

Acaricie la cremallera negra de mi estuche mientras mi otra mano sujetaba mi cabeza, ligeramente ladeada. El profesor de matematicas me miro decepcionado, pues yo, Luke, el chico mas estudioso de la clase, estaba  distraido. O eso pensaba el, pues no habia nada mas lejos de la realidad. Yo no estaba prestando atencion a las matrices pero si que estaba concentrado en algo que era capaz de inhibir todos mis sentidos, capaz de dejarm completamente inerte y obnuvilado. Alex, un atractivo chico de tez morena, melena morena y suave. Cada mechon parecia estar colocado como si de una maqueta construida minuciosamente se tratase. Su sonrisa  ladeada que solo dejaba ver sus dientes superiores, radiantes como diamantes. Pero si habia algo en Alejandro que destacase eran sus ojos, sus ojos verde esmeralda, cristalinos y brillantes. Parecia que sus parpados estaban destinados custodiar las ultimas y mas puras piedras preciosas del mundo. Cuando se giraban y me  miraban, era facil perderse en ese mar verdoso y vivaz. Transmitian paz y tenacidad al mismo tiempo. Simplemente, me enloquecian.

sábado, 18 de mayo de 2013

Relato Corto

Camine por la acera, lentamente y con algo de miedo. Mi cuerpo caminaba automaticamente hacia mi destino mientras mi cabeza daba vueltas, lo iba a ver. Tras 4 años iba a volver a verle. Cuatro años sin sus besos, sin sus abrazos, sin su susurros...
Comence a recordar en el tiempo pasado junto a el. Comence a pensar en los mejores años de mi vida.

Recuerdo el dia que nos conocimos. Fue en el instuto, yo iba a la clase de al lado de la suya y nunca coincidimos hasta un dia de finales de curso. Hacia calor asi que pedi permiso para ir a beber al baño, fui y cerre la puerta. Al salir estaba atascada y no podia abrir. Me asuste mucho y comence a aporrear la puerta y a gritar suplicas de ayuda. Senti su voz al otro lado, aunque por aquel entonces era desconocida. "Tranquila, yo te ayudare. Apartate"
Entonces echo la puerta abajo y me salvo. Le vi la cara y cai en la cuenta de quien era. Melena castaña con las puntas rizadas, unos ojos verdes claros preciosos y brillantes, una sonrisa con unos dientes blancos relucientes.

(Sonrio)

Luego vino el director, que estaba por alli y oyo el ruido. Queria expulsarnos una semana pero él me ayudo y dijo que yo no tenia la culpa, el solo me habia ayudado. Le expulsaron a el y a mi me perdoraron. Fue algo que siempre lo senti como una deuda hacia el de mi parte.

El segundo encuentro llego varias semanas despues, el ultimo dia de curso. Yo salia cansada y triste, por un inesperado suspenso en biologia cuando en la puerta del instuto le vi. Estaba apoyado y sonriendo, con esos ojos verdes mirandome. Y yo le vi y sonrei. Me acerque y le dije "Como llevas la expulsion? Siento que fuese culpa mia" "Fue un placer ayudarte, asi que no te preocuopes" Recuerdo el baile de sus labios, juntandose y separandose, entonando y curtiendo unos sonidos embelesadores, llegando su voz a mi cerebro y produciendome un cosquilleo que me hizo olvidar cualquier materia que no fuesen esos iris incandescentes como un sol verde y esa sonrisa alentadora y feliz. Me llevo a dar una vuelta por la playa, hicimos el tonto por la arena y me invito a ir con el a la hoguera que se celebraba esa noche en esa misma playa.
Me puse muy guapa para el, prepare cada detalle de mi apariencia con cuidado. Llegue a la playa y nos pasamos toda la noche abrazados mirando el fuego y juntando nuestros labios, primero despacio y de forma timida y a medida que el fuego ascendia y la madera se quemaba, nuestros cuerpos se acercaban mas y nuestros labios eran vada vez mucho mas traviesos.

Salimos durante 5 años, fuimos a la misma universidad. Pero siempre mantuvimos esa llama joven y apasionada en nuestros corazones. Un dia recibi una llamada, me habian concedido una beca para cambiarme el curso siguiente a una universidad muy prestigiosa. Yo no queria dejarle ni separarme de el pero el insistio en que me fuera, que era lo mejor para mi.

La ultima noche que pasamos juntos, yo no sabia que lo seria. El lo tenia todo planeado. Era verano, asi que me llevo de vacaciones a una isla paradisiaca y alquilo un bungalow a 10 metros de la playa. Esa noche la pasamos tumbados boca arriba en la cama, mirando por la ventana las estrellas. El me enseñaba constelaciones y yo preguntaba, me encantaba oirle.
Al dia siguiente estaba mucho mas serio, me dijo que habia tenido una aventura con una chica de su facultad antes del verano y que no me lo quiso decir para pasar el verano conmigo. Yo me enfade, hice la maleta, saque los billetes y me fui con mi ropa y mi orgullo a la otra punta del pais a estudiar. Ese dia fue el ultimo que le vi.

Tras 2 años yo ya habia acabado la carrera y estaba trabajando en otra ciudad. Me encontre con una vieja mia y fuimos a tomar un cafe. Me dijo que seguia en contacto con el y que era una gran persona. Tras escuchar mis insultos me confeso que la aventura que dijo haber tenido fue una excusa para que yo no renunciase a la oportunidad de tener un buen nivel academico por el. Ella se entero por que el se lo dijo varios meses despues de mi partida. Me conto que lo paso fatal, y que para olvidar se hundio en el alcohol, dejo de estudiar y se quedo en la calle al morir su padre. Conocio a una chica que le ayudo, le saco de la calle, le ayudo con su adiccion y le metio en una universidad de buen nivel. Se casaron y ahora viven juntos. "Pero en su cara ya no hay la alegria que tenia cuando estaba contigo" me dijo ella.

Vivi dos años mas con el dolor de esa verdad. Le llame pero nunca conteso, no dio señales de vida. Rebusque en internet y hasta pregunte a gente de nuestra ciudad pero nada fue efectivo. Hasta que hace unos dias a traves de un detective privado averigue donde vive.

Y aqui estoy, llendo hacia su casa, hacia la puerta donde se esconde la vida del amor de la mia.
Pico a un piso que no es el suyo.

-Cartero. -Abren- Gracias

Subo hasta su piso, me quedo delante de su puerta. Tomo aire y pico, decida a afrontar el futuro. Se abre la puerta y veo a una mujer, de unos 26 años pero con bastantes arrugas. Parece algo deprimida y luce poco cuidada.
-Que desea?

-Vera buscaba a... Esta su marido?

La mujer tardo un rato en contestar.

-Lo siento, se ahogo hace la semana pasada en la playa, salvando a un bañista.

Cerró la puerta de un puertazo.

domingo, 12 de mayo de 2013

Dreamland 1

La lluvia caia por la ventana y golpeaba el cristal bruscamente. El tiempo apenas habia mejorado desde que comenzo el mes de mayo, el sol no se veia desde hacia dos semanas y desde hace tres dias la lluvia habia estado acariciandonos con su frescor. Yo soy de ese tipo de personas que les gusta mas un dia tapado en el sofa, leyendo y escuchando la incesante lluvia que un soleado dia de playa con los amigos. Aunque bueno, para llevar a cabo ese plan precisaria de amigos, y lo mas parecido que tengo a eso es Sky, mi compañera de pupitre, nos somos el ejemplo mas representativo de la palabra amistad pero nuestra relacion no es mala. Nos ayudamos con los deberes por telefono alguna vez y en las horas previas a un examen repasamos juntos. Sky es una chica muy guapa, rubia, alta, con una tez algo morena pero con matices palidos, como si su piel hubiese sido decorada con una taza de cafe con mucha leche y algo de cacao. Lo que mas me gusta de ella, sin embargo, es su inteligencia; es la persona que mejores notas saca de la clase y gracias a ella la nota media de todos nosotros asciende, por lo que no quedamos en el peor puesto del ranking de notas medias de clases. A pesar de ello, yo gozo tambien de una inteligencia algo similar a la suya, no tan privilegiada, pero tambien destaco por mis calificaciones. Por eso, lo que envidio de Sky, y digo envidio porque yo si que no puedo presumir de tener esa cualidad, es su determinacion. Lucha y persigue sus objetivos como nadie, corre tras ellos y se encierra en su mente hasta dar con la solucion. Yo no soy tan osado como ella, ni tan determinado. Quizas por eso es uno de mis modelos a seguir.

El ruido estridente de la campana del instituto me arranco de mis pensamiento, haciendome darme cuenta de donde me encontraba en aquel momento. La mitad de la gente ya se habia ido. Su estrategia es recoger varios minutos antes de que suene la campana, para que nada mas que oigan el sonido puedan irse corriendo como si les fuese la vida en ello, a sus casas. Yo sin embargo lo consideraba una falta de respeto al profesor, y ademas me gustaba tomarme mi tiempo recogiendo, odio estresarme, me salen granos y comienzo a sudar, lo que me produce verguenza provocando una situacion en la que parezco mas un tomate empapado en sudor y con 'impredecibles dermicos', como Sky los llama.

Llegue a casa tras diez minutos de recorrido desde el instituto. Me gustaba el camino de vuelta, mi casa estaba pasando un parque por el que pasaba un rio, por lo que cada dia podia difrutar de ese paisaje tan natural y hermoso. La primavera ya habia traido consigo todo su esplendor colorido de flores rosas, blancas, rojas, azules, amarillas; arboles en flor y con sus hojas verdes jovenes preparadas para un año nuevo de vida y sol. Aunque hoy el sol les fallo. Las gotas de lluvia caian sobre el agua haciendo ese efecto que tanto me gusta y que no se como se llama. Me relaja verlo, la gota entra en contacto con la superficie, uniendose convirtiendose en uno, para despues salir hacia arriba de nuevo y volver a undirse, estabilizandose, mientras que deja una especie de onda expansiva acuatica, tan atractiva con esa curva tan definida y suave. Una pena que el paseo dure tan solo unos minutos.

-Como ha ido el dia cielo? - dijo mi madre asomandose a la puerta de la cocina para saludarme, como cada dia hacia.
-Mojado mama. -le conteste sin mirarla, llendo hacia mi habitacion. Deje la mochila, me descalce me quite la cazadora y fui al baño a por una toalla. Luego volvi a la cocina.- Mm. Huele rico, que es hoy? Lasagna?
- Si cielo. -Me echo una mirada rapida de evaluacion- Por que no te cambias esa ropa, secandote el pelo no haras nada.

-Despues de comer mama. -Lo cierto es que mi pelo era la unica parte que me gustaba de mi junto con mis ojos. Mi cabello es suave, sedoso, negro y largo. Gracias a el me habia ganado en el instituto el mote de 'emo', lo cual yo no me lo consideraba, pero tampoco era un tema que me importase demasiado, fuese de la tribu urbana que fuese, seguiria siendo yo, y preferia serlo a mi manera. Mis ojos son dos esferas castañas con algunos detalles mas oscuros y una gran pupila marron. Mis iris son grandes, pero mis ojos estrechos por lo que la joya que esconden no suele verse mucho.

Me sente a la mesa y comi con mi madre, comentando asuntos sin importancia sobre su trabajo ya situacion del pais. Despues fui a la habitacion a estudiar, literatura, y cuando acabe me puse a leer Los Juegos del Hambre. Ya era la cuarta vez que lo leia y aun me hacia sentir la misma pasion que senti cuando lo lei.
Cuando dieron las 22 me puse el pijama, me lave los dientes y me meti en la cama, para seguir leyendo una hora mas, como cada dia.

Hacia las 23:40 comence a sentir sueño y dado que al dia siguiente tenia clase, decidi irme a dormir.

La sensacion que cada dia sentia volvio a aparecer timidamente, un leve dolor de ojos acompañado de una presion en los laterales de la cabeza, pero fue a mas, como siempre, los musculos se tensaron para relajarse brusca y exageradamente, dejandome completamente agotado e incapaz de moverme. Mi cabeza me dio vueltas y deje que mis parpados se deslizasen sobre mis ojos. Me dormi, yo era consciente desde siempre del momento en el que me dormia, era como introducirse en un saco negro y desaparecer, algo dificl de explicar. Los desvanecimientos ya me resultan mas sencillos de explicar a estas alturas. Y ese dia sufri uno. La cabeza me dio vueltas cada vez mas rapido para luego cesar y comenzar a dolerme intensamente. Senti como si la cama se abriese bajo mi cuerpo, dejando un vacio al descubierto. Y cai, o al menos eso senti, pues mis ojos estaban cerrados y no era capaz a abrirlos. Me pare y quede suspendido en el aire, como en cada desvanecimiento, como siempre, asi hasta despertarme. La parte buena era que aunque fuera consciente del estado en el que me encontraba, en esa especie de limbo circadiano el tiempo pasaba rapido, era como estar dos segundos y dos horas al mismo tiempo, pero no me aburria, no sentia nada. Tampoco soñaba, era frustrante, como si estuviese condenado a estar en una carcel oscura cada noche y a no padecer ninguna emocion, eso era lo que sentia cada noche, y esa noche tambien lo pense, como siempre.

Pero algo cambio, al contrario que otras veces, pude abrir los ojos, fue un movimiento instintivo y esta vez si puedo suceder. Veia, no como siempre.

Nueva novela. Dreamland.

Hoy comenzare una nueva novela ya que para escribir tengo que sentirme inspirado y motivado y la anterior novela ya no lo hace.

Esta nueva novela tratara de un joven que tiene una capacidad especial, vive en dos mundos, por el dia en la realidad y por las noches se introduce en el mundo de los sueños. Espero que os guste.

jueves, 4 de abril de 2013

Natura

El aire me rozaba la cara. Hacía  frío. Quise abrir los ojos pero no pude. Sentía como si no fuera dueña de mi propio cuerpo, como si mi mente no se conectase con mi sistema nervioso. Traté de levantarme y al fracasar seguidas veces bajé el listón, intenté mover una mano, con el mismo resultado. Tras probar despues de todo eso abrir los ojos y obteniendo resultanos vanos, me resigne y pense que debia concentrarme en el ambiente, quizas asi me relajaria y podria tratar de nuevo de mover mi cuerpo.

Primero me centre en donde me ubicaba. Estaba tumbada, y sobre algo duro y frío, seguramente el suelo. Estaba en un interior, o al menos, sobre algo artificial. No era roca ni cesped, ademas no olia a abierto, el aire no corria libre, sino que había una corriente constante. Un aire acondicionado, que expulsaba aire frío, pero que no hacia ruido. No debia estar muy lejos de mi pues la corriente era fuerte. Me estremeci pensando que si me quedaba inmovil mucho rato puede que me diese una pulmonia con un aire frio tan directo.

Intente pensar en mas cosas que detectar, pero parecía haber perdido el sentido del tacto en mis manos, pues no notaba nada. Era como si estuviera tumbada sobre algo duro y mis manos fueran la unica parte de mi cuerpo que descansaran sobre nada, ni balbdi ni duro, nada.

Reaborde el objetivo principal. Moverme. De la forma que fuere. Volvi a hacer esfuerzos inmensos por abrir los parpados. Y lo consegui. Deseé no haberlo hecho.

Lo unico que me dio tiempo a ver fue una gran lengua de fuego abalanzándose sobre mî. No me fije ni de donde procedía, tan solo volvi a cerrar los ojos. Desee haber podido llorar, por que a pesar de que motivos no faltaban, no me salian las lagrimas, estaba a merced de un dolor insoportable, de un elemento rebelde y mortifero, peligroso e indomable, elegante y con gracia; y ni si quiera se me permitia llorar. Eso si que es triste. Afortunadamente, mi cuerpo dejo de sentir calor muy rapido. Pense que quizas el fuego ya habia destruido toda sensibilidad en mi piel, chamuscada y ennegrecida por la fragua de Efesto cerniendose sobre mi. Pero empece a notar otra sensacion, y no era dolor, era muy agradable, una brisa marina, por su olor. Comence a oir balbuceos lejanos, que se fueron clareando y distinguiendo en graznidos de gaviotas.

En esta ocasion no tuve dificultad alguna para moverme. Es mas, mi cuerpo se incorporo con una ligereza y una gracia inusuales. En vez de sobre mis pies, estaba apoyada tan solo sobre mis puntillas. Me notaba muy resistente y agil, como una pantera.

Mi pelo negro ondeaba cual bandera a la voluntad del viento, acompasado de la parte inferior de mi vestido blanco, que me llegaba a las rodillas. Iba descalza y la arena bajo mis pies era muy comoda, ni muy mojada ni demasiado seca. Era como un cielo de nubes marrones y minusculas bañado por un manto azul inmenso.

Avance para ir hacia unas rocas a unos metros a mi derecha, pero en lugar de avanzar hacia adelante como cualquier ser vivo, tambien avance hacia arriba. Me 'elevé' sin quererlo. Una corriente de aire invadio mi corazon, que habia dado a su vez un buelco. Mi mandibula parecia inerte, dejando que la brisa marina llenara mi boca. Mis ojos inmoviles, cerciorandose de si lo que veian era algo real aparte de inverosimil. Me imagine por un segundo ascendiedo, y asi fue. En tan solo medio segundo mi cuerpo se alzo un par de metros mas.

Tras dos minutos, ya habia conseguido avanzar, subir, aterrizar, girar y dar volteretas sbre mi misma. Decidi explorar el agua desde arriba, asi que ascendi de nuevo, suavemente hasta estar a cuatro metros, y me impulse a mi misma hacia delante. El mar era maravilloso, una gran suma de miles de billones de gotas homogeneas, simplemente eso. Pocas veces habia visto el mar, cuando iba de vacaciones a Florida, pero me daba miedo meterme porque siempre habia tiburones por la costa.
Pero esta agua, era diferente, translúcida, calida a simple vista, tranquila... Descendi y me tumbe en la arena, cerre los ojos y me imagine que era mecida por la brisa.

Desperte, no se tras cuanto tiempo, pues todo estaba en su lugar. El sol no se habia movido ni un centímetro. Quizas solo habia cerrado los ojos un segundo, o llevaba durmiendo dias. A pesar de todo, me percate de que algo no iba bien, pero no acerte en que. Agache la mirada y vi mi precioso vestido. Blanco, puro, tan delicado y ligero como yo. Pero algo mas quieto. Algo mas quieto... Claro! La brisa habia dejado de soplar, ya no habia rastro del aire... Que extraño. Era como si el tiempo se hubiera parado.

Camine un rato por la playa ,extrañada, y vi un pajarillo a lo lejos. Fui hacia el. No cai en la cuenta de que era un colibri hasta que me hice a la idea de que estaba inmovil. No se movia, ni siquiera sus alas. Sin embargo estaba ahi, en el aire, como si no hubiera gravedad. Alce la mano y alargue el brazo para tocarle. Le roce la punta del ala, le acaricie la cabeza... BOOM! Un gran estruendo sono, no sabia de que direccion, parecia venir de todas partes. Volvi a mirar al colibri y ya no estaba. Una pluma verde en el suelo fue su despedida. La cogi y la enganche en una pulsera de mi mano.

De pronto, la tierra comenzo a temblar, primero suave y luego muy fuerte. Las montañas que rodeaban la playa se deshacian en rocas y arboles rotos. Una abalancha avanzaba por la izquierda, amenzando con  aplastarme si no me iba de ahi. Comence a correr hacia el final de la playa, donde se veía un bosque de arboles boreales. Extraña combinacion de ecosistemas. Las rocas avanzaron mas rapido que yo y me obstaculizaron el camino. La vista del pacifico bosque que no estaba siendo afectado por el terremoto fue cambiada por unas rocas marrones y grandes que eran imposibles de sortear.

Corri hacia el mar, confiando en que no se acercaran las rocas al agua. No entendi por que pero senti que debia de ir alli.

Faltaban unos metros cuando el sol fue eclipsado y mi alrededor se oscurecio, veia la playa y todo lo que me rodeaba pero algo me hacia sombra. Una roca que se despeñaba a punto de aplastarme, seguida de otras que amenazaban lo mismo.
Como movimiento reflejo, alce las manos, con los puños cerrados hacia mis asesinas. La primera llego pronto, tan rapido como se fue.

Yo, Julie McDowell, negada para el deporte, acababa de romper una roca de a saber cuantos kilos. No me deje impresionar, mi cabeza tan solo pensaba en salir viva de ahi. Comence a dar puñetazos a las rocas que seguian descnediendo. En otro acto reflejo, me puse de puntillas, pegue los brazos a mi, con los puños preparados, me incline alzando una pierna hacia atras, y con un giro grácil y delicado, rompi tres rocas, una con cada mano y otra con el pie alzado. Era mas un movmiento de ballet que de lucha, pero me habia sido igual de fructifero que una caja de dinamita. Me quede exhausta y mis piernas cedieron. Quede de rodillas, rodeada de miles de escombros de rocas. Trozos y trozos de roca. Pero el peligro habia pasado. O eso creia, no se me oocurrio pensar que un terremoto de esa magnitud en la costa tenia que traer consigo un maremoto. Senti un breve silvido, mas bien un susurro, en mi oreja derecha. Me gire para ver un gran telón de agua que se avecinaba a una gran velocidad hacia mi. Estaba lejos, pero se apreciaba que su tamaño era grande.

Debil y cansada, me levante. Camine despacio y tambaleandome, sorteando rocas hacia la orilla. La ola se aproximaba hacia mi. Ahora si que hacia viento, pero no me detenia. Cuando la ola estaba a diez metros de mi, alce la cabeza, estire los brazos, con las palmas hacia fuera, proregiendome y deseando un milagro. Grité, esperando el impacto.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Hipnosis

La luz del sol entraba por las estrechos espacios que dejaba la persiana sin cubrir. Miré por la ventana y parecía hacer algo de frío aunque no era necesario abrigarse mucho. Un 23 de marzo muy normal. Bajé de la cama de arriba de la litera, fui a la mesita de al lado y puse música de mi iPod touch, modo aleatorio. Comenzó a sonar Wide Awake, de Katy Perry. Me recordó al sueño que tuve esa noche. Un bosque, la luna, una garra, el ciervo... Lo recordaba todo perfectamente pero hacerlo me daba dolor de cabeza. Cogi unos vaqueros negros ajustados, mi jersey de lana rosa y unas vans marrones.

El comedor de la residencia estaba atestado de gente, y yo no conocía a nadie. Al menos tenía el consuelo de que muchos alumnos tampoco conocían a nadie ya que el campus universitario era nuevo y el curso había empezado hace una semana. La residencia era donde todos los alumnos vivian durante el curso, conviviamos miles ya que el campus poseía decenas de facultades de modalidades diferentes. Yo estaba en el primer año de Arte Dramatico, cuya facultad quedaba algo alejada de la residencia.

Me dirigí a la fila de alumnos para coger el desayuno. Cogí una bandeja de una pila de ellas y luego fui escogiendo varios platos del self-service. Al final me fui a la mesa con un croissant, un zumo de melocotón y un par de tortias con chocolate y sirope de fresa. Tenía la fortuna de poseer un metabolismo rapido y no engordar con nada. Eso me permitia comer hasta reventar.

Mientras acababa mi primera tortita, oí una voz a mi espalda, pero cuando ya me iba a girar para ver quien me hablaba, ella ya estaba sentada en la silla de enfrente.
-Hola!- Su cara era familiar, tenia una melena rubia domada en una trenza que descansaba sobre su hombro. Era realmente guapa. Ojos verdes, rasgos suaves y definidos, buen cuerpo... Y ademas parecia simpatica.
-Buenas- Le dije.
-Que tal estas? Soy Elizabeth. Voy contigo a clase de caracterización e historia de las artes escénicas. Te acuerdas? La chica abeja.-Luego hizo un sonido que parecia un zumbido. Recorde quien era. Efectivamente iba a mi clase, y la primera clase de caracterizaciòn tuvimos que escoger un animal del que disfrazarnos a final de semestre y ella escogió una abeja. Yo una tortuga, viva mi imaginación.
-Ah si! Ya se quien eres. Soy Julie McDowell, la chica tortuga supongo jaja. En qué habitación estás?
-Pues la verdad es que en ninguna. El director no me tuvo en cuenta a la hora de establecer el reparto de habitaciones porque mi ficha se extravio. Afortunadamente, se extravio despues de que me hubieran registrado como estudiante sino, no estaría aqui jajaj. Asi que tengo que ir a dormir a mi casa a 50 km cada día. Espero que me encuentren alguna habitacion o por lo menos que me alquilen el gimnasio jajaja.
-Meca pero no te preocupes! Mi habitación tiene una litera y solo estoy yo. Me sobra la cama de abajo. Puedes instalarte si te parece.
-Ah genial! Voy a avisar en dirección y a llamar a mi padre para que me traiga mis cosas. Luego las subo. Que habitación es?
-212. Un segundo pisito jaja- Pero que tonterías estaba diciendo?
-Vale luego me paso. Gracias Julia!
-De nada!- No le corregi sobre mi nombre, no sabia si habia entendido mal o si era un apodo. En cualquier caso me arrepenti de haberla invitado, al fin y al cabo, no la conocia. Quizas solo se arrimo a mi para conseguir cama. Espero que no sea así.

Cogí la bandeja y la lleve a una especie de estanteria movil donde se dejaban las bandejas sucias. Al salir del comedor me cruce con un chico. De pronto me estremeci, mis musculos se tensaron y me paralizaron. Mi boca se abrio y gire la cabeza hacia aquel chico. Tenía unos engatusadores ojos violeta, una melena rubia cobriza que le llegaba hasta los hombros que le daba un aspecto muy maduro. Contrastaba con su tez morena, parecía que se hubiera pasado tres horas dàndose rayos UVA, pero lejos de resultar ridiculo, atraía, y con una magnitud desmesurada. Era imposible apartar la vista de el, cada parte de su cuerpo, de su cara me atraía, como si fuera un iman que reclama a su polo opuesto, como si fuera un delfin desesperado por una bocanada de aire. Cuando quise darme cuenta estaba a escasos centimetros de el, de frente y aun con la boca abierta. El me miraba tambien, estabamos frente a frente. Era un poco mas alto que yo, su barbilla alcanzaba la altura de mi nariz. Tenía una postura seria, como expectante y quizas algo divertido, pero para nada sorprendido. Yo en cambio si estaba sorprendida de mi situaciin, a esacos centrimetros de un desconocido desmesuradamente atractivo, sintiendo su respiracion sobre mi frente y notando como una mirada igual que una estaca violetas se clavaba en mi mirada.
-Oh querida McDowell, tu también has caído. Ven conmigo-. Dijo mientras entrelazaba sus dedos con los mios y me sacaba del comedor. Estaba completamente hipnotizada por él.

martes, 26 de febrero de 2013

Despertando

Un bosque de altas secuoyas cubiertos de nieve se alzaban sobre mi. Me sorprendio el hecho de que saliera vaho de mi boca, ya que no yo no tenia frio. Esto me llevo a darme cuenta de que el suelo estaba lleno de flores y sin rocío, lo cual contrastaba con la nieve posada sobre las hojas de los arboles como si no fuera a derretirse jamas. Su consistencia parecia fuerte o dura... Como si acabara de nevar hace escasos minutos.

El boque estaba en silencio, comencé a caminar lentamente, mirando a todos lados. El sol no se veía por ningun lado, pero no estaba oscuro. Llegué finalmente tras unos minutos a un pequeño claro. Me senté sobre la hierba y quede anonadada al ver que guardaba un calor como si el sol la hubiera estado iluminando durante todo un dia de verano. Me tumbé, respirando el aire puro y sin quererlo me quedé dormida.

Desperté de una forma muy placentera. Sentí un leve cosquilleo húmedo en mi mejilla. Al principio me asusté pero fui abriendo los ojos poco a poco y pude contemplar un bello ciervo. Ni tenía cuernos y era muy menudo, así que debía de tratarse de un cervatillo. Me incorpore suavemente, con precaución, para no asustarle a pesar de parecer muy confiado. Alargué un poco la mano y me dispuse a acarciarlo, cuando de pronto, un subito ruido a mi derecha asusto al animal, que se fue corriendo en direccion contraria al lugar de los sonidos. Mire algo asustada hacia la derecha, tambien me habia pillado de sorpresa y pense que quiza fuera algún otro animal. Los sonidos regresaron y mas intensamente y me di cuenta de que provenian de unos arbustos que cobijaban el tronco del arbol. Una mano salio de entre ellos. Pero no era exactamente una mano, era... Una garra pero con forma humana. Tenia abundantes y espesos pelos marrones con unas uñas tan largas y negras que parecian de un león. Me acerqué lentamente al arbusto, sorprendida de mi misma. Nunca habia sido valiente para estas cosas, me daban mucho respeto pero en esta ocasion, a pesar del miedo, fue como ir a buscar algo conocido, algo que sabes que es pero no lo recuerdas.
Cuando estaba a escasos metros, la mano se oculto rapidamente y el movimiento de arbustos cercanos comenzo. Me di cuenta de que lo que estuviera en el arbusto, se estaba alejando y a gran velocidad.
En un acto poco meditado, me aventure a investigar el arbusto donde esuche los ruidos por primera vez y donde vi la mano. Solo habia dos plumas, una negra y otra blanca; una botellita mas pequeña que mi dedo indice llena de un liquido rojo, no quise pararme a pensar que podia ser; purpurina o una especie de polvo dorado cuyo brillo competia con la luz de la luna y unas hojas diferentes a las de la vegetacion de ese sitio, parecian hojas a simple vista pero si se miraba con atencion se apreciaba un brillo azul que la asemejaba a una escama. Sin ser dueña de mis actos, los guardé en mis bolsillos y me incorpore dispuesta a seguir explorando. El bosque seguia igual, la nieve en las hojas, las coloridas flores repartidas por la hierba. Comence a marearme, de repente, pero no le di importancia, estaba acostumbrada; asi que me puse a caminar sin preocuparme pero la cabeza me daba cada vez mas vueltas y me comence a preocupar. Me apoye en el tronco de una secuoya joven, pero seguia sin mejorar. Antes de cerrar los ojos y desmayarme solo vi la luz de la luna entre las copas de los arboles nevados.